lunes, 22 de octubre de 2012

Capítulo 1: Reencuentro

Después de graduarme he encontrado trabajo en una gran empresa, no me va mal y valoran mi trabajo, pero no tengo tanta libertad para investigar. Menos mal que tengo tres meses de vacaciones, porque en verano he estado en una gran excavación por Grecia, y creo me lo merezco. 
Como me gustó tanto el lugar donde estuve hace ya tres años, he decidido volver y disfrutar de las olas y sus playas. Oscar me ha dicho que me espera en el parking del aeropuerto, dudo mucho que este. Él en cuanto ve a una chica bonita desaparece del mapa... Sacudo la cabeza divertida, aunque fuera así lo quiero, es como un hermano. El avión aterriza a las dos horas de salir, no recuerdo que tardara tan poco, aunque a mí se me hizo eterno por culpa de un compañero plasta... ya ni me acuerdo de cómo era ni su nombre... Suspiro, me acabo de bajar del avión y he recogido la maleta, me dirijo al parking sonriendo, pero nada más llegar confirmo mi presentimiento. Oscar no está para recogerme.
Vuelvo para arriba y voy hacia donde están los taxis, estoy tan absorta en mis pensamientos que no me doy cuenta del chico que viene enfrente mía provocando que nos chocáramos y cayéramos al suelo. Me ayuda a levantarme y durante unos minutos me quedo observándolo. Era mono, alto, algo musculoso, barba de un par de días y bonita sonrisa. ¿Quién es este apuesto y caballeroso desconocido?
Cómo conseguí el trabajo que tengo ahora... la verdad, no estoy seguro... Pero la verdad que es bastante bueno, y pagan bien. No me extraña, dado el riesgo que conlleva.
Tras graduarme, dedique mi tiempo a viajar por el mundo, aprender cultura, y, ¿por qué no decirlo?, a pelear.
Lo primero que hice a mi vuelta fue cortar mi pelo. Me había hartado de esa melena... y me afeité, dejando una barba corta. No me quedaba nada mal. 
Entonces decidí tomarme unas vacaciones, antes del primer día oficial de trabajo.
Decidí volver al Caribe, había estado anteriormente, cuando hice la tesis, y me había gustado, aunque el motivo de mi viaje había sido bien distinto... 
Al llegar respire el aire costero. Me encanta el olor al mar.
Me instale en el hotel, y pase el día en la playa, bronceándome.
Al día siguiente me acerque al centro, para recoger unos encargos, cuando de lejos vio a una joven más o menos de su edad. Era la joven más guapa que había visto. 
Sonrió. Quiero acercarme a ella. Poco a poco me voy acercando, ella estaba distraída, buscando a alguien... Me choco con ella, pero no calculo bien y cae al suelo.
"Mierda" pienso.
La ayudo a levantarse, arrepentido por la broma, y le sonrió.
-Lo siento, no me di cuenta-le tiendo una mano para levantarla.
-No pasa nada, la culpa fue mía, iba distraída-se excusa ella sonrojándose.
Le ayudo con las maletas y le doy una grande y alargada, tiene forma de tabla de surf pero no estoy, no tiene pinta de surfista, más bien de modelo o algo de ese estilo. Me quedo mirando embobado durante unos minutos la funda intentando averiguar si es lo que creo que es.
-Una pregunta, ¿haces surf?
-Sí, adoro el surf, es una de mis pasiones, ¿por qué lo preguntas?
-Porque yo también surfeo y por la forma de funda pensé que puede ser eso-le sonrío y le guiño un ojo.
-Vaya que coincidencia-me sonríe y vaya sonrisa-¿sabes dónde puedo coger un taxi?
-Sí, justamente en la entrada del aeropuerto, es para ir a tu casa supongo.
-No vivo aquí-dice entre risas-eres muy gracioso chaval.
-¿Ah no?-pregunto azorado-He metido la pata, ¿de dónde eres?
-De Phoenix ¿y tú?
-De Málaga, un sitio increíble.
-Alguna vez estuve allí de niña-dice mientras andamos hacia la salida.
-¿Por cierto, en que hotel te alojas?
-En el Four Seasons.
-Anda igual que yo, ¿te llevo en mi coche?
-Bueno…-dice azorada-si no es problema, vale.
-Entonces no hay más que hablar, te llevo-digo mientras cargo sus maletas y ella lleva su tabla de surf.
No sabía quién era aquel joven... ni sé por qué me monté con él... bien podía haber sido un violador... pero no, no tenía pinta de eso... parecía buena persona...
- Bueno- le pregunté- ¿en qué trabajas?
- Ahora mismo no tengo un trabajo propiamente dicho.- me dice él, sonriendo, y girando el volante para dirigirse al hotel.- Acabé hace un año la carrera de arqueología...
- ¡No me digas! ¡Yo también!
- ¡Genial! ¡Qué coincidencia! ¿Y a qué te dedicas?
- Bueno, tengo empleo en una empresa de investigación arqueológica... y ahora me han dado unas vacaciones.
- Estupendo- dijo y sonrió. Su sonrisa era bonita.- Yo he estado este año viajando por el mundo, aprendiendo distintas culturas, arte... 
-Tiene que ser muy bonito.
- Lo es. Sobre todo Grecia, me fascinó.
-Grecia, es una pasada, adoro ese país-le sonrío-el año pasado estuve allí en una expedición y me fascinó.
-Es un sitio donde hay mucha magia, o eso sentí yo-dije embobada por su sonrisa sincera.
-Estoy de acuerdo contigo…
En ese momento llegamos al hotel y me ayuda con las maletas, en la recepción me dieron las llaves y se ofrece de nuevo, a ayudarme, es todo un caballero. Me empieza a caer bien a pesar de lo poco que lo conozco, aunque también me recuerda a alguien, pero no caigo en quien puede ser.
Llegamos a mi habitación, era una de las suites, entramos y soltamos a la vez un silbido de sorpresa, es grandísima. Se despide de mí dándome un beso en la mano y llevándose con él la promesa de una cena esta noche entre los dos.
Los dos jóvenes pasaron la tarde bastante nerviosos por la cita que aquella noche tendría lugar.
Alex había preparado su mejor traje, negro con rayas grises, una camisa blanca, y corbata gris oscura. 
Lizzy había preparado un vestido de noche, bastante bonito, negro, con la espalda al aire, y un chal.

Era muy pronto aun... apenas había pasado el almuerzo... así que Lizzy decidió ir al gimnasio, a boxear un poco y así quitarse tensión del viaje.
Cuando llega al gimnasio con vendas en los nudillos para golpear al saco, encuentra allí a alguien conocido.
- No lo puedo creer- dice entre risas.
Él se gira, y le sonríe. 
- ¡Buenas tardes! dice.- ¿Qué, le das al saco?
- Justo a eso venía- contesta la joven.- Me encanta la pelea.
- ¿En serio? Oye, he pensado... A lo mejor puede ser interesante... Una pequeña pelea... uno contra otro.
Ella acepta sin titubear
- ¡Genial!- exclama Álex.- ¿Qué reglas ponemos? Por ejemplo... no golpear cara, pecho ni... zonas bajas, ya sabes, son muy importantes- dice Alex, con un pequeño guiño
- Jajajaja, pues si no vale golpear el pecho ya me dirás donde te golpeo, ¿tan miedica eres?- le pica ella con una sonrisa
- Vamos, no me piques... - dice él riendo... - de acuerdo, podemos golpear pecho...  ahora... ¿solo puños? o ¿también patadas?
- Las dos cosas- dice con los ojos brillantes- que sea más emocionante 
- Vaya con la señorita, te va el riesgo, ¿eh?
- Adoro los retos chaval
- Vaya, algo que tenemos en común. Me gusta- dice, sonriendo pícaramente.
- ¿Subimos al ring?
Ambos jóvenes chocan los puños y se disponen a empezar. Suben al ring, y se colocan. Lizzy se engancha en una cuerda y entra dando una voltereta al ring, se incorpora con algunos mechones de pelo en la cara y le sonríe a Alex.
- Buena voltereta, sonrisas - dice Alex, guiñándole el ojo- nada mal.
¿Qué te parece un solo asalto?
- ¿Tan flojo estas que necesitas un asalto? Dice su guapa rival, riendo a carcajadas.
- Mírala, muy graciosa... solo es para hacerlo más interesante
- Ya, ya, ya... viejo...-murmura.
- ¿Cuantos asaltos propone usted, jovencita?- dice imitando un tono de voz de anciano, que hace reír a Lizzy.
- ¿Sería demasiado para usted tres asaltos?-dice imitando a una niña.
- Bueno... mis machacados huesos pueden arrepentirse... pero de acuerdo
- Jajajaja,  intentaré no machacarte mucho- sonríe angelicalmente
- Veamos quien machaca a quien- Álex sonríe también
-No serás capaz de machacar a una pobre niña, ¿no?
Levanta la mirada hacia sus ojos y los mira angelicalmente
- Y esta pobre niña...  ¿es capaz de golpear a un anciano desvalido?
- Pinta de anciano desvalido no tienes.
-Tú tampoco de pobre niña pequeña
- Lo sé.
Nada mas decir eso, le asesta un puñetazo en el hombro
Eii, serás tramposa- dice Álex, entre risas. Hace crujir los dedos de sus manos.- Te vas a cagar.-Alza el puño contra la chica, quien esquiva el golpe ágilmente
- Eso ya lo veremos- dice mirándolo desafiante-no soy una principiante.
- ¿Sabes qué? yo tampoco- hace un amago para golpear a Lizzy por la izquierda, pero ella lo esquiva y Alex golpea en el costado a la chica.
- Buen golpe, pero eres demasiado lento-dice mientras lanza un puñetazo hacia la derecha y una patada en el costado izquierdo
Alex casi esquiva el golpe saltando hacia el suelo y girando, levantándose rápidamente y dando una patada detrás de las rodillas de la chica para que perdiera el equilibrio. Una vez en el suelo, él se echa en lo alto, y le dice:
- ¿Te rindes?
Ella sonríe lentamente, acerca su cabeza a la suya y le susurra al oído:
- Yo nunca me rindo-y aprovechando su desconcierto, se lo saca de encima y salta unos metros lejos de él. Empieza a bailar un poco mientras él se levanta
-Juego sucio... no es algo que me guste... Pero podría perdonártelo por ser tú.
Se acerca a ella, ella alza la pierna para darle una patada, él se agacha, la esquiva, le coge la pierna para hacerle una llave, pero se suelta y salta por la espalda de Alex, intenta golpearle con el codo, pero el joven se gira rápidamente, y bloquea el golpe.
- Jajaja, esto se pone divertido
Corre hacia él, salta y le da una patada en la espalda
- Sé luchar, guapo.
Alex se levanta rápidamente, y aprovecha que su rival corría acercándose para golpear el estomago de una patada.
Sacude la cabeza y toma impulso de las cuerdas
Sale disparada hacia delante, esquiva una nueva patada y un puñetazo y clava un golpe certero en el estomago tumbando al rival.
- Lo haces genial- dice Alex, sonriendo a Lizzy, respirando agitadamente.
Hacía 5 meses que no tenía una pelea tan buena. – Creo que podemos dejarlo por hoy.
- Como supuse un asalto era justo para ti. Se recoge el pelo en una coleta alta.
- No he dicho que me rinda, pequeña... solo posponemos el segundo asalto. ¿No has visto la hora que es?
Ella mira el reloj de la pared. Son las 8 de la tarde. La cena en el hotel era dentro de una hora...:
¡Oh! ¡Tengo que ir a ducharme!- dice con exageración. Lo mira y ve que está sorprendido así que se limita a reír
- Es broma, no me preocupa la hora.

- Bueno señorita, tal vez para usted no, pero para mí la puntualidad es importante.
- No soy de las que tardan horas en arreglarse. Todavía tengo media hora para nada- dice riendo.
Alex coge la mano de su compañera y se la besa.
Seguro que estarías genial aunque fueras como estás ahora- y le guiña un ojo. Entonces ríe.
- ¿De qué te ríes?- dice, totalmente seria.
- Tranquila, solo te he hecho un halago
- Aparta. No me creo los halagos
Y cogiendo su toalla, sale del gimnasio.
Alex corre tras ella.
-Espera, le dice. Ella se detiene un momento.
- ¿Qué quieres?
- Lo siento- dice él- no quería ofenderte
- No lo has hecho. Solo que no creo en halagos. Siempre que lo dicen es porque quieren algo.
- ¿Nunca han sido sinceros contigo? Yo lo decía de verdad
- No es eso. Simplemente no me siento cómoda con ellos. Siempre van con
Segundas intenciones.
- Yo no soy como los demás. Lo siento. Prometo no volver a hacerlo. ¿Amigos? -y tiende su mano hacia ella
Ella se empieza a reír a carcajadas, le da un golpe amistoso en el hombro y tras colgarse la toalla se dirige a la piscina aún riendo
Alex se queda perplejo, y sonríe. Esta chica es única, piensa. Y se dirige a su habitación a arreglarse
Llega a la piscina y se pone a nadar pensando en lo diferente que es ese chico de cualquier otro.
Hace 10 largos completos, ida y vuelta.
Mira el reloj y se da cuenta de que son las 8:50.
Sale corriendo de la piscina y corre a su habitación a arreglarse justo cuando va a llegar se choca con alguien completamente arreglado.
- ¿Oscar? ¿Qué haces aquí?
- Tengo una cita, pequeña. ¿De dónde vienes con esas pintas?- dice con voz desagradable.
- Vengo de hacer gimnasia, cosa que no te vendría mal...-Oscar había engordado mucho en aquel año. - ¿Por qué no me recogiste en el aeropuerto?
- Había pasado la noche con una morena, no pude ir...
- Podrías haberme avisado... Aunque da igual, gracias a ti he conocido a alguien...
Oscar se puso a la defensiva.
- ¿A quién?
- No sé ni cómo se llama ni de dónde es... Solo que es un chico genial.
Y dicho esto, se fue, dejando a Óscar perplejo.
- ¡Pásalo bien en tu cita!- le dijo de lejos.

Eran las 21:30.
Alex aguardaba con su traje al pie de las escaleras. Entonces ve bajar a su joven amiga, espléndida.
Al verse, ambos se sonrojan.
Alex tiende su brazo, ella lo agarra, y juntos se dirigen hacia la que sería una cena inolvidable.

6 comentarios:

  1. Espero con ansias el siguiente capítulo. Me ha gustado mucho.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias por pasarte y dejar un comentario, la semana que viene publicaremos el siguiente, espero que te guste :)
      Un beso
      Lyd & Rafa

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  2. ¡Me ha gustado mucho! Espero el siguiente, cariños Lou

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    1. Me alegro mucho :)
      en el proximo capitulo te vas a quedar O.o
      Besos
      Lyd & Rafa

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  3. Ohh jajaja tengo muchas ganas de q se reconozcan de una vez!!! ^^ no me imagino sus caras ^^jeje me gusta mucho ^^

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    1. Jejejee tal vez te sorprendan de la manera en la que se reconozcan espero que te guste
      Besitos
      Lyd & Rafa

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